Hoy llueve

Hoy llueve. Las nubes han acompañado a la oscuridad de la noche.
A Jane le apasionan los días como hoy, le encanta ver la lluvia caer, llegar al suelo con suaves y disimuladas gotas. Adora el olor a hierba mojada y chapotear en los charcos.

Por eso no ha podido resistirse a salir. Tan solo va protegida por la capucha de su sudadera, le gusta sentir la lluvia en su piel. No le importa acabar acatarrada, simplemente piensa en disfrutar del momento. No hay nada mejor para ella que los días lluviosos.

Camina por la acera sin intentar esquivar los pequeños charcos ya formados, con sus suaves manos metidas en los bolsillos.
Unas risas dulces la sacan de su ensimismamiento, son los últimos niños que quedan en el parque, corren a refugiarse a sus casas, donde seguramente seguirán con sus juegos. Esto hace sonreír aun más a Jane.

Sigue andando, perdida en sus pensamientos. Ya está totalmente calada hasta los huesos, pero no le importa. Llega a un banco y se sienta sobre el respaldo. Que más da mojarse un poquito más…Y los ve, ve a esa pareja resguardarse de la lluvia bajo el portal de enfrente. No puede evitar que una sonrisa aparezca dibujada en su cara.

Es una de esas escenas que a ella le gusta contemplar. Es de esos momentos que quedan en la memoria, aunque sean simples, pero transmiten demasiadas cosas.

Y llega el momento de la despedida, el chico roza los labios de la chica y permanece en la puerta del portal contemplándola subir las escaleras con una sonrisa dibujada en su tierna cara.

-Jane, sabía que te encontraría aquí. Muy propio de ti salir con el chaparrón que está cayendo.
Nuestra chica de las manzanas no puede evitar alegrarse aún más al escuchar esa voz.
-Hola Dani, no te esperaba.