Miss Frenesí
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Se alimentaba de las migajas de esos abrazos.
Era una chica temeraria, de esas cuya energía cabalga por sus venas, que sufre sobredosis de éxtasis cada dos por tres. Sus padres siempre decían que era muy poca cosa, pero ella era capaz de crear huracanes cada vez que estornudaba. Cada vez que la abrazaban lo hacían con una delicadeza extrema, con mucho cuidado para no romperla. Aunque ellos no sabían que sus huesos no estaban hechos de calcio, sino de acero inoxidable.
Le encantaba el riesgo. Solía pasarse todo el tiempo haciendo locuras. Siempre con la cabeza y el corazón bien camuflados entre las estrellas, y los pies bien enterrados en la arena. Uno de sus pasatiempos preferidos era subir a los árboles. Escalar por sus robustos troncos, haciéndose rasguños en las piernas y cortes en las manos. Le gustaba sentarse en la rama más alta y balancearse, retando a la gravedad. Entonces su corazón se aceleraba y la sangre bullía con más fuerza por su cuerpo. En ese momento toda ella se estremecía, como si en su interior estuvieran estallando fuegos artificiales.
Otra de sus travesuras era correr por el bosque que rodeaba la ciudad. Dejaba a sus piernas libres, y volaba cual ave rapaz. Su cabello se agitaba por el viento, sus músculos se ponían en tensión, mientras iba riendo a carcajadas y esquivando los árboles a una velocidad que difícilmente podía mantener. Su corazón se desbocaba, como un caballo salvaje al galope.
La sensatez brillaba por su ausencia en sus ojos. Esos ojos que, a pesar de estar en un cuerpo que desprendía vida por cada poro de la piel, tenían una mirada apagada. Y es que esa chispa tan sólo se encendía cada vez que se encontraba en peligro. Cada vez que el riesgo le arañaba el alma, transformándola en alguien diferente sólo por unos segundos. Esa sensación de frenesí era lo único que hacía a su corazón latir. Palpitar hasta desfallecer. Acelerarle el pulso. Bombear las cenizas de coraje que tenía desperdigadas por sus vasos sanguíneos. Ese valor que se escondía entre sus vértebras, en el fondo del estómago, bajo la lengua y en la punta de sus pestañas.
Ella sólo quería volver a palpar ese amor que un día sintió por él. Ese que él también juró sentir por ella, o eso susurraban cada mañana sus besos. Se había resignado a vivir una vida que duraba segundos, tras los que su corazón se quedaba inerte hasta que volvía a realizar otra locura. Por eso se dedicaba a recopilar escalofríos. A guardar espasmos de esa antigua emoción. A recordar que era compartir su almohada. A devolverle a su corazón algo de lo que un día fue. Aunque sólo fuesen restos de ese amor, migajas de esos abrazos, escombros de esos orgasmos, residuos de esos te quiero.
*_* extravagante pero chulo!
ResponderEliminarRaro, pero tierno!! :D felicitaciones a la ganadora!
ResponderEliminarMe gusta;)
ResponderEliminarUn beso
Aish, me alegro que te gustara, de verdad :)
ResponderEliminarUn beso enorme bonita, y gracias!!
Felicidadez nena! que el texto esta A+!! jejeje!
ResponderEliminarbesitos Ü
p.d.me encanto la imagen principal de este blog!
Me pasaba por aquí y te sigo sin dudarlo :)
ResponderEliminarTe deseo un bonito fin de semana desde Letras de una enamorada
si es que al final siempre se me pasa, de verdad -.-
ResponderEliminarLo dejo para el último día y toma, al final no lo hago.
PEEEERDÓN, de verdad.
(muchísimas felicidades a la grandiosa ganadora)
Besos de purpurina, Alicia.
Acabo de leerlo en el blg de Miss Frenesí y me gustó mucho. Yo tengo penado, un día de estos, hacer un concurso de relatos. Lo que no sé como voy a elegir entre un relato y otro. Debe de ser muy difícil decidirse, sobretodo cuando tienes 10 y todos te gustan!
ResponderEliminarBesos:)
Me ha encantado. Este relato y Miss Frenesi me encantan. Te sigo muy de cerca.
ResponderEliminarhttp://unmarinfinito.blogspot.com/
Como todo lo que escribe, genial!
ResponderEliminarPor cierto, todos mis chicos (casi todos) son así!
Un excelente relato, es un placer leerte.
ResponderEliminarfeliz semana.
por comentar en la entrada tienes una pista exclusiva en tu bandeja de entrada.
ResponderEliminarNo sé no sé... Me suena a Crepúsculo totalmente, más concretamente a Luna Nueva, cuando Edward abandona a Bella y ella se pone en peligro porque la adrenalina le hace ver su rostro y escuchar su voz.
ResponderEliminarAún así me gusta, está muy bien relatado.
Un abrazo de Zapatillas Caminantes.
Hola!
ResponderEliminarMuy chulo el relato!
Tienes un premio en mi blog guapa
¿te dejo la direccion? es por lo del spam... bueno ya me cuentas
Un beso!
Qué descubrimiento!
ResponderEliminarMe encanta tanto tu blog como este relato...
Pasaré tiempo por aquí.
Besos
Hola!
ResponderEliminarGracias por pasarte por mi blog y dejar un comentario! :)
Intentaré pasarme más por aquí.. que va a ser difícil ahora que hemos empezado :)
Un beso, Irina.
hola, me encanto tu blog, sin duda te sigo!. Espero que te puedas pasar pronto por el mío, estaré muy agradecida. makeyourlifeadreaam.blogspot déjame tu opinión, saludos y mucha suerte♥.
ResponderEliminarBonitooo!!
ResponderEliminarEstá muy bien, me ha gustado mucho. Muy bien escrito y original.
ResponderEliminarUn relato estupendo, como todo lo que escribe!
ResponderEliminarBesos :)
jo, bien merecido ese premio, felicidades! qué bonito :)
ResponderEliminaraunque solo fueran restos de amor que dulce !!!
ResponderEliminarUn texto.. magnífico! me ha encantado! al igual que tu blog!tienes una seguidora más :D un besiito!
ResponderEliminarno me extraña que ganara...es precioso..y esta genial redactado..
ResponderEliminarenhorabuena...¡¡¡
abrazos....
¡Hola! He encontrado tu blog por casualidad, buscando nuevos rincones en los que perderme y me ha gustado mucho. Transmites mucho con lo que escribes y eso no es fácil de consweguir, así que te sigo para estaral tanto de tus actualizaciones ;) ¡Un besito!
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