24 de agosto de 2014

Pronombres elocuentes

Él era alto. Ella bajita.
Ella era tímida y callada, él era extrovertido y hablador.
Él llevaba gafas, ella prefería ponerse lentillas.
A ella le encantaba pasear por la ciudad de noche, a él le gustaba hacerla feliz, por eso aquel día la llevó a su lugar favorito mientras anochecía.
Sentados en el pequeño muro que daba al río mientras miraban las estrellas, él comenzó a hablar.
-Em, hace tiempo que quería decirte algo. Y me da un poco de miedo porque nunca antes he dicho nada así. 
Ella lo miraba atenta, escudriñando cada lunar de su cara.
-Me gustas.
-Adam, ¿estás hablando en serio? ¿Te gusto?
-Bueno, no, realmente no me gustas. Te quiero.
Él se puso nervioso, ella nunca lo había visto tan alterado.  
-Vaya, no sé qué decir.
Por primera vez en sus años de amistad ella se había quedado sin respuestas elocuentes con las que contestarle. Así que se levantó y se puso frente a él.
-Cierra los ojos.
Él los cerró. Ella le quitó las gafas y las colgó del cuello de su camisa. Acercó su cara a la suya y susurró:
-No sé qué decir, pero sí sé qué hacer.
Y lo besó.

Él pensó que aquello fue mejor que cualquier respuesta elocuente del mundo. 

6 comentarios:

  1. Realmente me ha encantado. Una historia breve pero muy buena, y el título es perfecto. Un beso enorme :)

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  2. ¡Muchas gracias!
    Un beso enorme :)

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  3. Un beso, cuando es sincero, siempre es la mejor respuesta ;)

    Breve y precioso, genial!

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  4. Cuando no se sabe qué decir, mejor besar. Sí, señor.

    (sonrisa de elefante)

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  5. Cuánta ternura!
    A veces las palabras no son necesarias, a veces un suave cosquilleo basta :)
    Besitos

    Miss Carrousel

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